Gildardo Izaguirre Fierro
El maestro Benito Mejía Sarmiento, uno de nuestros últimos biólogos con vocación de naturalista, lector de Erasmo, (lo he visto leyendo el “Elogio de la locura”, único libro que le ha sobrevivido a ese gran humanista), ha tomado la decisión de jubilarse; en el próximo semestre ya no veremos su quijotesca y barbada figura en los pasillos de su entrañable escuela.
Su despreocupación por vestir a la línea ha sido proverbial, sólo cuando fue Director y Coordinador de Servicio Social uso ropa formal, de ahí en fuera, siempre se vestía con “short” y bata semiblanca de laboratorio, que aunado a su flacura y barba binladeana le daba una apariencia espectacular, esta apariencia suscitó varias anécdotas, una de ellas, recién me la contó un vigilante de CU: por radio le comunicaron que un loco se había metido al campus por la puerta de la biblioteca central, de inmediato se movilizó y en efecto “vi a una persona barbona que vestía con un ropón y que se encaminaba rumbo a la Torre Académica, al acercarme lo reconocí, era uno de esos doctores de la FACIMAR”. Por supuesto que era nuestro querido maestro Benito que asistía a dar una conferencia, quizá sobre erizos o estrellas de mar.
Con motivo de su jubilación, la Delegación sindical FACIMAR, junto con las autoridades, le preparará un homenaje de despedida, la fecha probable es enero 2012, ojalá que desde ahorita nos envíen fotos, testimonios y anécdotas del profesor Benito, para compartirlas durante el evento.
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