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15 de marzo de 2010

EL PAJARITO


Gildardo Izaguirre y Fierro
¡¡ Mira !! llega el pajarito. Viene cargado de vida color turquesa, dos mil perlas verde azules que guardan una copia exacta de cada uno de ellos; llegan millones con su preciosa carga untada al vientre. Vienen y la enredan en las hierbas marinas del fondo de la bahía.
¡¡Llegó el pajarito!!, ¡¡Llegó el pajarito!!. Se corre la voz y es en mayo cuando el mar de la bahía tiembla de puntos suspensivos, de alfilerillos plateados. Los pescadores preparan lámparas y redes mariposeras. Desde playa Norte, divisan y calculan el hervor del agua, Ponen rumbo a la Isla de Venados.
Los han visto veloces surcar el Maine, las Bermudas y Galápagos; se mueven en el inmenso espejo del océano y en algún lugar recóndito se congregan para iniciar la fiesta sexual , lo boda colectiva que culmina en el agua remansada de Mazatlán y Teacapán; aquí con el oleaje manso y con luna menguada, amasan sus jugos sexuales, para formar los racimos de huevecillos, que prenden de las hierbas caulerpas.
En mayo es la “Feria del pajarito”. En Playa Norte hay romería, los pescadores, como gambusinos, salen con sus lámparas y los encandilan en plena orgía sexual; las señoras, los señores, cubeta en mano, esperan en la orilla la cosecha plateada y temblante. Todo es alegría.
Hace algunos años, se usó un exterminador chinchorro que capturó millones de pajaritos, pero también arrastró las delicadas huevas con toda su preciosa carga genética. Las vimos marchitarse en la playa, secarse los embriones de nonatos pececillos. Es fecha que todavía no se reponen.
Un viejo pescador de Playa Norte, le dicen “El Ojos”, porque los tiene llenos de mar, hacía cuentas en la arena: llegaban seis millones de pajaritos, el año pasado fueron tres; esperamos que este 2010, se recuperen.
Los pajaritos son un maná milagroso que nos envía algún Dios marino, hay que dejarlos que amasen sus jugos sexuales en esa asamblea erótica de mayo y que amarren sus huevas en las caulerpas; después los pescamos, freímos y remojamos con cerveza helada; pero aseguramos cría para el próximo año y para toda la eternitud.

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